Hay datos que estiman que un español consume entre 250 y 290 bolsas al año, lo cuál me parece un dato difícil de creer, sorprendente y demasiado optimista, porque estamos hablando de menos de una bolsa diaria y cuando voy a la frutería o supermercado no veo a nadie que lleve menos de 2 o 3 bolsas. De hecho, por otro lado, hay datos que apuntan que Marruecos era el segundo consumidor mundial de bolsas de plástico, después de Estados Unidos (con unas 900 unidades por año y por habitante) (una diferencia significativa). Lugar, por cierto, donde se han prohibido las bolsas desde julio del 2016.

En Cataluña, desde que las bolsas de asas dejaron de ser gratuitas y se comenzó a cobrar por ellas, su consumo se ha reducido hasta un 52%. Pero como dice el refrán, “hecha la ley, hecha la trampa”, y es que a pesar de que España prohibió la entrega gratuita de bolsas de un sólo uso en todos los comercios desde enero de 2018, esto sólo es en los casos de bolsas con mayor gramaje, es decir, esas bolsas finas y livianas que están en todas las fruterías, supermercados y comercios, no entran dentro de esta prohibición ya que su gramaje es inferior (15 micras).

El proyecto de real decreto recoge una excepción, puesto que podrán entregarse de manera gratuita las bolsas de plástico muy ligeras (con un espesor inferior a 15 micras) “que sean necesarias por razones de higiene o que se utilicen como envase primario para contener alimentos a granel a efectos de prevenir el desperdicio alimentario”.

 ** Para prevenir el desperdicio alimentario… ¿en serio?

¿LAS BOLSAS SE RECICLAN?

Al contrario de lo que mucha gente piensa, las bolsas de plástico NO se suelen reciclar. No porque el tipo de plástico no sea reciclable, que si que lo es, si no porque reciclar una bolsa cuesta 100 veces más que fabricar una nueva. De hecho, a nivel mundial solo se recicla un 5% de las, entre 1 y 5 billones de bolsas de plástico que se fabrican anualmente.

Las bolsas de plástico, junto con las botellas de plástico, creo que ha sido uno de los peores inventos del ser humano. La obtención de petroleo, su fabricación, su distribución y finalmente sus residuos, es costoso y contaminante, y sus efectos sobre la tierra, el aire y los océanos son devastadores.

Los animales marinos ingieren cantidades brutales de plástico. Por ejemplo, en el caso de las tortugas, confunden las bolsas con medusas (su principal alimento). El plástico bloquea su aparato digestivo y terminan muriendo de hambre. Muchos animales se enredan con el plástico y mueren de hambre o de cortes profundos y úlceras. Se estima que más de 400.000 mamíferos marinos mueren cada año a causa de la polución por plástico de los océanos.

De hecho, recientemente, un equipo canadiense de la costa de Columbia Británica encontró muestras que contenían hasta 25.000 partículas de plástico y fibras en un solo metro cúbico de agua.

La imagen superior corresponde a las bolsas plásticas que encontraron en el estómago de una ballena que varó en Noruega. En total tenía 30 bolsas en su estómago.

No olvidemos que todo ese plástico llega a nuestro cuerpo. No sólo a través de la cadena alimentaria, si no también a través del aire.

En esta infografía podemos ver más claramente el antes y el después de cada bolsa de plástico que decidimos aceptar.

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¿De verdad las necesitamos?

El ritmo actual de vida y de la sociedad en general, se ha convertido en la excusa perfecta para pensar que las cosas de un sólo uso son necesarias para hacernos la vida más cómoda, ir más rápido y creer que así, aprovechamos mejor el tiempo para disfrutar de otras cosas, pero como te conté aquí, la realidad es otra.

Una empresa dedicada a hacer bolsas de plástico publicó un artículo defendiendo el uso de las bolsas de plástico y puso esta frase que sinceramente, me indignó: Las bolsas de un sólo uso se utilizan para brindar comodidad y calidad de vida a los usuarios. ¡Es ridículo! y lo que más me apena, es saber que hay muchas personas que creen que es cierto y por eso huyen de sus responsabilidades como consumidores.

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Digamos adiós a las bolsas de plástico de un sólo uso y llevemos siempre nuestras bolsas de tela

Esto es lo mejor que podemos hacer. Llevar nuestras propias bolsas siempre con nosotros y rechazar cualquier bolsa de plástico.

Comprar en tiendas a granel, el mercado y tiendas locales donde podamos llevar nuestras propias bolsas y recipientes es la mejor garantía para reducir nuestros residuos.

¿Aún no tienes bolsas? ¡seguro que sí! seguro que en casa tienes muchas bolsas que te han dado al comprar ropa, zapatos o cualquier otra cosa. Aprovéchalas todas, incluso las de plástico, que todavía puedes utilizar varias veces antes de tirarlas al contenedor.

Pero si no tienes y lo que quieres son bolsas de tela para llevar contigo siempre y que sean lo más, puedes hacerte tus propias bolsas con camisetas viejas o restos de tela que tengas por casa. Aprovechar las cosas que ya no vamos a utilizar y darles una segunda vida es un gesto con grandes valores que todos debemos auto-inculcarnos. Aunque si esto de coser no se te da bien, en el directorio del blog encontrarás decenas de tiendas donde las venden ¡para comprar a granel y para llevar toda la compra!

Y por último, pero no por ello menos importante, te doy esta maravillosa opción que no podrás rechazar. ¡Sí, me he estrenado en YouTube! para compartir contigo este video tutorial de cómo hacer una  bolsa de tela en menos de 1 minuto, ¡y sólo necesitas un fular o un pañuelo! Así, si estás en la calle y se te ha olvidado tu bolsa, te puedes hacer esta en un plis ¡y rechazar para siempre las bolsas de plástico!

¡Ya tienes tus bolsas! Ahora sólo te falta la guía ilustrativa de Nonoa para rechazar todas las bolsas de plástico que te quieran colar.

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