El consumo de agua embotellada se ha disparado en los últimos años gracias al atrevido marketing que se hace para su consumo.“Agua 100% pura”, “agua de manantial” “cuida tu salud” y un sin fin de frases más para seducir al consumidor. Según la Federación Europea de Aguas Envasadas (EFBW), España es, actualmente, el quinto país en cuanto a consumo per cápita, precedido por Italia, Alemania, Bélgica y Portugal.

España gasta más de 1.000 millones en comprar agua embotellada, incluso en las zonas donde la cal o la sal no suponen ningún problema. Un sin sentido que las organizaciones de consumidores no entienden habiendo agua de grifo de buena calidad en gran parte de España, y es que el 25% del agua embotellada, es ni más ni menos que agua de grifo (filtrada) y es 1.000 veces más cara.

162 manantiales españoles son explotados por un centenar de compañías que facturan los 1.000 millones de euros que se gasta la población. Esta industria, a nivel mundial, producía 1.000 millones de litros en 1970 y según el Banco Mundial, se calcula que la humanidad consumió en el 2015, 233.000 millones de litros (un 233% más en tan sólo 45 años).

El impacto medioambiental parece no importar demasiado

Las botellas de plástico están fabricadas en su gran mayoría con PET (Tereftalato de polietileno), derivado del petróleo. Este plástico se descompone a través de la fotodegradación y tarda unos 450 años. Pero si una botella de plástico u otros plásticos quedan enterrados bajo tierra, la degradación puede tardar miles de años.

“Sólo la industria del agua embotellada genera 1,5 millones de toneladas de plástico anuales”

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Un estudio de la Universidad de Georgia, publicado en la revista Science, calculó que cerca de 8 millones de toneladas de plástico son vertidas cada año a los océanos. Si continúa esta tendencia, en el año 2025 podrían haber en el mar unas 155 millones de toneladas de plástico.

Por otro lado, en la Universidad de Nihon (Japón) se realizó un estudio en el que se descubrió que una botella de plástico se descompone en poco más de un año en el océano. El problema es que la descomposición del plástico en el mar contamina el agua liberando tóxicos extremadamente dañinos para la fauna marina que los ingiere, tales como el bisfenol A o el poliestireno, llegando estos al ser humano a través del agua y de los animales. Unos efectos contaminantes sin precedentes.

Un problema para la salud

En este apartado no voy a debatir que agua es mejor ya que hoy en día hablar de agua pura son palabras mayores. La contaminación es tal que decir que una cosa es mejor que otra es complicado, pero a parte de que sepas que el agua de botella es 1.000 veces más cara que la del grifo, que comprando agua embotellada es dar pasos agigantados hacia la privatización del agua y lo más importante, que sus residuos están acabando con el planeta (y con nosotros como consecuencia), os detallo algunos puntos más científicamente probados que podemos tener en cuenta.

El 80% de estas botellas están fabricadas con plástico PET o Polietileno tereftalato. Los tóxicos que se emplean para su fabricación actúan como disruptores endocrinos y es capaz de causar desequilibrios en el sistema hormonal a concentraciones muy bajas con posibles repercusiones sobre la salud. Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, publicado enEnvironment International encontró contaminantes hormonales en TODAS las botellas analizadas (29 en total), tales cómo ftalatos para dar color y otras características, los alquilfenoles usados para desinfectar y benzofenonas, procedentes de los tapones de polietileno de alta densidad. Algunas de estas botellas eran de vidrio las cuáles también estaban contaminadas, aunque en concentraciones más bajas. Seguramente debido al proceso de embotellamiento, detergentes y tapones de plástico y metal, algo que tendrán que estudiar más a fondo.

Es muy importante que NUNCA rellenes una botella de plástico desechable. De hecho si lees la etiqueta de la botella, en algún lugar encontrarás un texto que dice algo así como: por su seguridad, no rellene esta botella”. Y es que estos tóxicos migran al agua según varios factores. Entre ellos, la degradación del plástico, la temperatura o el tiempo de almacenamiento.

Pero éstos no son los únicos tóxicos que puedes encontrar en el plástico, muchos plásticos contienen bisfenol A (BPA). El bisfenol A es una sustancia química que se emplea para fabricar plásticos policarbonados. Lo podemos encontrar en latas, empaquetados y envases para alimentos, envoltorios plásticos, juguetes, tickets de la compra, DVD’s, pinturas, repuestos de coches  y un larguísimo etcétera. Hay expertos que lo definen como uno de los contaminantes hormonales más poderoso.

Alternativas al agua embotellada (nuestra opción)

Cuando decidimos vivir sin plástico (desechable) y reducir al máximo nuestros residuos, lo primero que hicimos fue quitar el agua embotellada de nuestras vidas. Por el planeta, por nuestra salud y por nuestra economía. De hecho, fue un artículo que publicó una amiga mía (infinitamente gracias Ana) sobre el agua embotellada, lo que despertó en mí y en mi familia la necesidad de cambiar nuestros hábitos. A partir de aquel día ¡todo ha sido una aventura!

A pesar de que el agua de grifo sabe a rayos en algunas zonas de España y que tampoco se  caracteriza por ser el agua más pura, seguimos pensando que es la mejor opción junto con las alternativas que os damos a continuación y que nosotros utilizamos en casa.

filtro-de-carbon-activado-ecoblog-nonoa-1Nosotros consumimos agua del grifo filtrada, no sólo porque mejora la calidad del agua si no también porque el agua del Mediterráneo es un agua muy dura. Después de investigar mucho sobre los diferentes tipos de filtrado que existen, nos decidimos por el filtro de carbón activado (en nuestro caso usamos de la marca CARBONIT) que filtra bacterias, microorganismos, cloro, óxido, pesticidas, pesticidas polares, residuos medicamentosos, partículas, turbiedad, suciedad orgánica y también metales pesados, como plomo o cobre, pero manteniendo intactos los minerales disueltos en el agua que son beneficiosos para nuestra salud. Y os puedo asegurar que el sabor es increíble. Además su instalación es muy sencilla e incluso ¡te lo puedes llevar de vacaciones! Tiene una pequeña llave que simplemente girándola puedes utilizar el agua filtrada o el agua del grifo.

La idea de utilizar una botella plástica rellenable para beber, no es la mejor opción tal como hemos visto antes, por lo que esta opción quedó descartada. Así que para salir de casa utilizamos botellas de vidrio rellenables con un revestimiento de silicona para los niños (por si se les cae) y también utilizamos de acero inoxidable. En casa, jarras de vidrio que rellenamos también con el agua filtrada.

Algo que no pensamos en su día fue que estas botellas tienen tapas de plástico por lo que cuando tengamos que remplazarlas buscaremos botellas con tapas de otro material, tales como corcho o acero inoxidable. Las botellas de KLEAN KANTEENS tienen buena pinta.

Aún así, no todo es blanco o negro, es importante saber discernir y hay que decir que tanto el agua embotellada como filtradores individuales de supervivencia, han salvado vidas en momentos críticos para las personas que han sufrido catástrofes naturales por lo que, con un uso y consumo responsable y para casos como estos, no está de más considerar la posibilidad de almacenar agua embotellada en casa. Tanto por posibles catástrofes naturales donde el agua del grifo es lo primero que se contamina, como por cortes de agua y averías (aunque para estos casos es más fácil encontrar soluciones).

Hasta donde se, el agua de grifo puede almacenarse hasta 6 meses siguiendo algunas pautas pero desconozco durante cuánto tiempo puede almacenarse el agua de grifo filtrada, por lo que no puedo decir si sería una buena opción.

 

Y como bien sabe Nonoa, los extremos nunca fueron buenos…

Referencias

Estudio realizado por el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada

38 expertos alertan sobre el impacto potencial del bisfenol A en animales y humanos

Estudio realizado por la Universidad de Nihon (Japón)

Producción y consumo de agua embotellada

Plástico en los océanos

Bisfenol A (por Carlos de Prada)

Estudio sobre la actividad endocrina y toxicidad del plástico policarbonato

 

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